domingo, 10 de octubre de 2010
Poemas de Hildegart Acosta, Antología El ojo errante
TRÁNSITO
Mi tiempo
es el mismo espacio que habito
con los míos y los otros
Lo que mi existencia dura
y la memoria guarda
Miente el reloj que cuenta y recuenta horas
Sólo aquel que es mi pulso
marca los instantes
el río en que me voy haciendo y deshaciendo
y en ese tránsito la distancia es una sola
El barco navega guiado por el viento
no se vislumbra puerto alguno
no se puede ir contracorriente
todo ocurre en esa historia fluvial
hasta un más allá vacío
irreversible
entonces sabes
que entre la vida y la muerte
sólo el horizonte
& & &
NOCHE
En el bosque nocturno
los viejos árboles
preservan
el secreto
Ana María Del Re
La inquietud insomne
volátil
trepa en un árbol
entreteje su fronda
Mira
con ojos vegetales
aquello que dejamos
o perdimos
Evoca
tardes flotantes
desvanecidas calles
un adiós
que nunca fue
la palabra
que extraviada
busca.
Lágrima
que inerme brota
en devastada noche.
& & &
NIEBLA
Cuántas veces presentí lo inminente
sin saberlo
el esplendor sobreviviente de la huella
tatuaje disonante sobre la arena
extendida húmeda
cuerpo ya sin límites
Cuántas veces
las ganas de quedarme mirando
dentro de sus ojos una aurora infinita
de atrapar para siempre
con mi boca rodante
la trascendencia de lo sentido
Cuántas veces presentí sin saberlo
el destino fugaz de las nubes
el último parpadeo de la llama
grano de sol extinguiéndose
Poemas de la escritora venezolana Hildegart Acosta,
del libro El Ojo Errante,
Taller Editorial El Pez Soluble 2009
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Gracias Carmen Cristina!
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